Una de las últimas responsabilidades del asesinado presidente del parlamento, Karen Demirchian, fue dar la bienvenida a los participantes en una "mesa redonda" organizada por el CMI para las iglesias, las organizaciones no gubernamentales y los organismos cristianos de cooperación que iniciaron ese programa de investigación.

Demirchian manifestó su aprecio por la labor ecuménica realizada en Armenia, en la que participan ortodoxos, protestantes y católicos romanos por intermedio de la Iglesia Apostólica Armenia, la Iglesia Evangélica Armenia y la Iglesia Católica Armenia. La mesa redonda se inició con un culto en memoria del difunto patriarca Karekin I, que participó personalmente en la creación del programa y, como parte del mismo, en la obtención de fondos para un proyecto de préstamos en beneficio de 300 familias y pequeñas empresas.

Sobre el plano religioso, uno de los logros del programa ha sido la creación de centros de educación cristiana, así como la ayuda a seminarios evangélicos y ortodoxos y la restauración de una iglesia ortodoxa histórica. Los participantes en la mesa redonda han planificado ya las actividades de los próximos tres años sobre la base de un presupuesto estimado de 451.000 dólares, en particular, proyectos sociales con mayor participación de las iglesias locales e inicitivas para promover la reconciliación entre las tradiciones cristianas.

Los responsables de la campaña exigen que se hagan públicos los archivos franceses de defensa sobre 30 años de ensayos nucelares y que los atolones de Mururoa y Fangataufa sean registrados oficialmente como emplazamientos nucleares franceses sujetos a controles de radioactividad. En el marco de la campaña se llevará a cabo una investigación independiente sobre la cuestión y se difundirán los resultados de la misma a nivel internacional, respondiendo así a la inquietud manifestada por 10.000 personas que trabajaron en las instalaciones nucleares francesas en Polinesia, en cuanto a las repercusiones de los ensayos.

En 1997 investigadores independientes anunciaron que el 41 por ciento de una muestra de 737 trabajadores locales desde los años sesenta habían trabajado en zonas posiblemente con-taminadas y que el 30 por ciento de ellos habían declarado que habían trabajado sin protección vestimentaria alguna. El año pasado un periodista francés descubrió en un archivo oficial que una grave contaminación de una isla en 1966 había sido ocultada por los militares.

La campaña ha sido organizada en colaboración con la Conferencia de Iglesias del Pacífico y cuenta con el apoyo de un grupo de iglesias y organizaciones no gubernamentales de seis países europeos.

La comunidad cristiana de Ambón teme la expulsión sistemática. La petición de la Iglesia Protestante de las Molucas de que se envíe una delegación ecuménica internacional está siendo considerada urgente y conjuntamente por el CMI, la Conferencia Cristiana de Asia (CCA) y la Comunión de Iglesias de Indonesia (PGI).

En el orden del día de la reunión de Hong Kong estaba la situación en Irian Jaya, Aceh y Timor Oriental. A ese respecto, se examinaron las respuestas ecuménicas a corto y largo plazo a la situación en el conjunto de Indonesia y las maneras de colaborar con las iglesias en este período crítico.

En la reunión se escucharon los últimos informes sobre Timor Oriental. El Rev. Francisco de Vasconcelos, de la Iglesia Cristiana de Timor Oriental, dijo que su iglesia se había visto afectada hasta tal punto que en ese momento sólo quedaban cuatro pastores. Se refirió también a la actual necesidad de reconciliación entre cristianos de Timor Oriental divididos por opiniones políticas y dijo que su iglesia se estaba preparando para independizarse del organismo ecuménico indonesio, la PGI.

Stien Jalil, miembro del personal de la PGI, envía informes desde Timor Oriental, donde está ayudando a la iglesia local a prestar asistencia humanitaria a más de 250.000 refugiados. El pasado mes de octubre, miembros del personal del CMI y de la CCA visitaron el campamento de refugiados de Timor Oriental en Darwin, Australia, donde hasta 25.000 personas han encontrado un hogar temporal y atención sanitaria antes de trasladarse a Sydney o Melbourne.

En la reunión de Hong Kong se recibieron también noticias de la Iglesia Cristiana Evangélica de Irian. Su moderador, el Rev. Herman Saud, dijo que una gran mayoría de sus miembros apoyan la petición de independencia respecto a Indonesia.

Estos acontecimientos políticos han sometido a nuevas presiones a la Comunión de Iglesias de Indonesia (PGI). Tony Waworuntu, miembro de las comisiones de asuntos internacionales del CMI y de la Conferencia Cristiana de Asia, recordó que la asamblea general de la PGI tendría lugar en marzo de 2000 y exhortó a esa asamblea a elegir nuevos dirigentes "que tengan el coraje necesario ... para llevar la democracia a la vida de la propia iglesia."

El tema de su discurso es la crisis de la deuda internacional como obstáculo para la reconciliación, y seguramente no dudará en decir lo que piensa de la actitud de los cristianos en relación con las naciones abrumadas por la deuda.

El año pasado Desmond Tutu entregó al presidente Mandela el informe final en cinco volúmenes de la Comisión de Verdad y Reconciliación de Sudáfrica que él había presidido, en el que se condena enérgicamente a las iglesias de Estados Unidos que habían apoyado el apartheid, no sólo por haber aprobado su base doctrinal sino por haber permitido la segregación racial en las congregaciones o no haber ayudado a las víctimas del régimen.

El objetivo de la "Sarah Chakko Theological Endowment Fund" (Fundación Sarah Chakko para estudios de teología), es ayudar a mujeres, en particular del hemisferio sur y de Europa central y del este, que desean cursar estudios de teología pero tienen dificultades para obtener becas, y tienen responsabilidades familiares.

La Fundación fue creada por mujeres miembros del personal del CMI en 1998, en el marco del Festival del Decenio de Solidaridad de las Iglesias con las Mujeres. Hoy la prioridad es ante todo movilizar 3 millones de dólares EE.UU. en cinco años de modo que la fundación tenga 150.000 dólares de ingresos anuales, y contratar una joven interna por un año para que ayude en la tarea de recaudación de fondos. Todas las contribuciones deben enviarse al CMI, indicando claramente "The Sarah Chakko Theological Endowment Fund".

Mientras que la pantalla del televisor está acaparada por otros conflictos, la agonía de Sri Lanka pasa desapercibida. La guerra civil, que empezó hace ya 16 años, no parece tener fin, y obliga a los ciudadanos a ser refugiados en su propio país a la vez que mutila y mata niños con minas terrestres.

El gobierno y los líderes de la rebelión han llevado a un punto muerto el proceso de paz nacional. Pero las iniciativas de reconciliación en la base prosiguen por cuenta de las iglesias, únicas instituciones que reúnen a ambos grupos étnicos. El Consejo Cristiano de Sri Lanka, por ejemplo, es mitad cingalés y mitad tamil.

El Consejo aporta socorros a los desplazados y ayuda a que sus hijos puedan continuar sus estudios. Por ejemplo, un pastor metodista y su esposa se ocupan de un hogar que da acogida a 54 chicos desplazados en el distrito de Mannar, donde el ejército patrulla de día y los Tigres Tamiles deambulan por la noche. Entre las numerosas iniciativas cristianas cabe destacar las visitas que hacen los metodistas al campamento de Vavuniya, en el que hay 7.000 personas regresadas de la India o desplazadas al interior del país.

Niños en una escuela de Sri Lanka

El hogar de muchachos y el campamento tuvieron otros visitantes especiales cuando el CMI y la Conferencia Cristiana de Asia organizaron una consulta en Sri Lanka para 36 dirigentes de iglesias de Asia sobre los derechos de las personas desplazadas. Antes de empezar sus trabajos, los delegados internacionales se dividieron en tres grupos para visitar campamentos en lugares alejados.

"Nuestra camioneta pasó por lo menos por 150 controles militares, y al caer la noche cada pocos minutos nos paraban soldados armados. Un pastor nos explicó que las fuerzas gubernamentales controlaban ese lado de la carretera, y los Tigres Tamiles controlaban el otro", recuerda Elizabeth Ferris, del equipo de Relaciones Internacionales del CMI.

"No sabía que Sri Lanka estuviera sufriendo tanto", dijo el Rev. Andrew Chang, de la Iglesia Presbiteriana de Taiwan, tras visitar los campamentos.

El apoyo moral y práctico a las iglesias de la isla es una prioridad del CMI. "Tenemos que recordar a la comunidad internacional que hay que hacer frente a las necesidades de Sri Lanka" , dijo en Ginebra Clement John, miembro del Equipo de Relaciones Internacionales.

Según la Dra. presbiteriana estadounidense Heidi Hadsell, directora del Instituto, "la donación representa una inversión en la formación de los dirigentes ecuménicos del próximo milenio". Este año el Instituto aprobó un plan quinquenal de acción en cuyo marco se prevé movilizar 6 millones de dólares EE.UU. destinados a nuevas dotaciones en cátedras y becas, y asignar 4 millones de dólares EE.UU para la renovación de las instalaciones. Los trabajos de renovación en las alas de recepción, cocina y alojamiento se iniciarán el próximo mes de abril

Actualmente el Instituto cuenta con 48 estudiantes, ordenados y laicos, que participan en los cursos y seminarios del Ciclo Académico de Estudios Ecuménicos Superiores impartidos por profesores de confesiones protestantes, ortodoxa y católica romana. Se prevé que el número de estudiantes se duplique en el año 2000.

El Gobierno de Sierra Leona y el Frente Revolucionario Unido firmaron un acuerdo el 7 de julio de este año, pero la mayoría de los ciudadanos sabe que la paz es frágil y que la próxima medida que debería tomarse es el desarme. Así pues, el pueblo quiere hacer un llamamiento a la reconciliación entre facciones.

Los dirigentes religiosos han exhortado a la comunidad ecuménica internacional a orar por ellos, y a que se observe una Jornada de Oración en toda el África en favor de la paz en Sierra Leona. Pero también precisan ayuda para llevar a cabo actividades de abogamiento y presión a nivel internacional, en particular, ante la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y ante el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, Sr. Olara A. Otunnu.

Lo que más impresionó a los miembros de la delegación fue que no hubiera manifestaciones de amargura por parte de un pueblo que lleva tanto tiempo sufriendo. La visita ha motivado una serie de reuniones de carácter urgente en el CMI y en la AACC, con miras a responder a esos llamamientos, en particular, en colaboración con los organismos de cooperación asociados y las juntas misioneras. Los dirigentes de las iglesias de Sierra Leona tienen que hacer frente a una situación de gran presión y precisan urgentemente solidaridad y apoyo.

Era la primera vez que una delegación ecuménica visitaba la zona norte de la isla, ocupada por Turquía desde la declaración unilateral de su independencia en 1983. El equipo cruzó la línea divisoria tras recibir la aprobación del presidente chipriota Glafcos Clerides y el Arzobispo Chrysostomos de la Iglesia de Chipre. En el marco de la visita, la delegación conversó con numerosos dirigentes eclesiásticos, políticos y sociales de ambas partes de la isla, incluido el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas en Chipre, James Holger.

El CMI reafirmó su apoyo a todos los que tienen el coraje de buscar la reconciliación entre ambas partes e instó a las comunidades religiosas a participar en esas iniciativas.

El equipo estaba dirigido por el Rev. Dr. Georges Tsetis, miembro del Comité Central y el Comité Ejecutivo del CMI, al que acompañaban el Dr. Ernie Regher, menonita canadiense especializado en la solución de conflictos, y Salpy Eskidjian, miembro del Equipo de Relaciones Internacionales del CMI.