El Comité confirma el programa y la labor del Grupo Mixto de Trabajo. Los miembros del Comité destacan la importancia de comunicar los resultados del Grupo Mixto de Trabajo a las iglesias miembros del CMI y a las Conferencias Episcopales Católicas, y las exhorta a que difundan esos resultados. El Comité sugiere, además, que el Decenio para Superar la Violencia sea una ocasión de iniciar una acción común.

Grupo Mixto Consultivo del CMI y los Pentecostales

Al Comité le han sorprendido los logros obtenidos hasta ahora en esta ardua tarea y afirma la importancia de este grupo consultivo. Confía en que el Grupo Mixto Consultivo proporcionará un contexto para el debate en curso acerca del problema del proselitismo. El Comité en espera de la futura labor de este nuevo grupo, exhorta encarecidamente a que se obtenga la adecuada financiación para que puedan celebrarse sus reuniones anuales. El Comité formula la recomendación siguiente con el fin de que se estimule y apoye la acción futura:

El Comité recomienda al Comité Central que promueva las relaciones y los encuentros entre los pentecostales y las iglesias miembros a nivel local.

El Comité examinó el informe provisional de la Comisión Especial y la discusión en plenaria de ese informe por el Comité Central. Algunos miembros del Comité dieron gracias a Dios por el profundo y honesto diálogo y el espíritu de comunión que se ha establecido gracias a los trabajos de la Comisión Especial.

La vida de esta Comisión, según las palabras de uno de los miembros, se parece a la de una planta joven y tierna que ha empezado a crecer, pero necesita abono y cuidados . El Comité espera que la labor de la Comisión se pueda fortalecer mediante los encuentros entre los ortodoxos y las demás iglesias con el fin de consolidar el enriquecimiento y la comprensión mutuos. Es necesario entablar discusiones y formular cuestiones serias en los próximos trabajos de la labor de la Comisión Especial, pero el marco y los progresos conseguidos hasta ahora son una promesa de éxito de su labor cuando se celebre la próxima reunión del Comité Central.

El Comité también puso de relieve la importancia de que todas las iglesias miembros del CMI estén bien informadas de la labor de la Comisión Especial. Además, el Comité reconoció la prudencia y conveniencia de que la labor de la Comisión se lleve a cabo en varios lugares ortodoxos, que permitan a los miembros de la Comisión compartir las realidades de esas iglesias.

A la vista de esos factores, el Comité hace las siguientes recomendaciones:

1. El Comité pide al Comité Ejecutivo que considere la posibilidad de celebrar una reunión futura del Comité Central en un contexto ortodoxo.

2. El Comité pide al Comité Central que exhorte a las iglesias miembros a que preparen encuentros y visitas locales entre los ortodoxos y otras iglesias miembros con el fin de fomentar la comprensión y la cooperación mutuas.

3. El Comité pide al Secretario General que, al informar a la presente reunión del Comité Central
   • remita a las iglesias miembros un resumen de la tarea de la Comisión Especial y de la labor realizada hasta la fecha, e
   • invite a las iglesias miembros a que acompañen a la Comisión Especial con sus oraciones.

El Comité tuvo un útil diálogo en torno al documento de debate sobre la condición de miembro (PRI 5). Concretamente, los miembros observaron la relación fundamental entre la “comunidad de las iglesias miembros”, descrita en el documento EVC como realidad central del CMI, y las formas peculiares de organización. Es evidente que el proceso de reflexión sobre los diversos modelos de organización de las iglesias en el CMI incluye cuestiones eclesiológicas.

En vista de esos factores, así como de las cuestiones que suscitan las constantes solicitudes de la condición de miembro, el Comité elogió la labor del Grupo de Estudio de la Condición de Miembro nombrado por el Comité Ejecutivo. Además, el Comité puso de relieve la conveniencia de coordinar su tarea con la labor de la Comisión Especial.

El Comité manifestó además su enérgico apoyo a la cooperación que lleva acabo el personal en relación con las contribuciones de los miembros. Se observa que los resultados iniciales de esta labor han hecho aumentar el porcentaje de iglesias miembros que hacen contribuciones específicas, que van del 48% al 54%. Se insistió en la necesidad de intensificar esa labor para que aumenten las contribuciones de los miembros, como ingresos no asignados, hasta 10 millones de francos suizos de aquí a la Novena Asamblea.

La Cuestión del Bautismo

Durante los debates surgió en diversas ocasiones la cuestión del bautismo. El programa del Grupo Mixto de trabajo con la Iglesia Católica Romana, el Grupo Mixto Consultivo con los Pentecostales y el Grupo de Estudio de la Condición de Miembro, por ejemplo, incluyen todos un enfoque central sobre la forma en que se entiende el bautismo en las iglesias, así como acerca del significado de esta cuestión para la comunidad ecuménica. La atención a nuestra forma de entender el bautismo es un importante punto inicial para explorar las cuestiones eclesiológicas que tiene ante sí el CMI y que serán abordadas por la Comisión Especial. Por lo tanto, el Comité hace la siguiente recomendación:

El Comité recomienda al Comité Central que establezca un proceso claro para hacer que las iglesias miembros inicien una reflexión sobre el significado y la importancia del bautismo para su participación en la comunidad ecuménica.

El Comité examinó los progresos realizados en relación con la propuesta del Foro (Documentos REL 2 y PRI.11) y la labor del Comité de Continuación. En varios círculos se han propuesto diferentes ideas y modelos de Foro, pero aún no han sido aclarados. A este respecto, la principal tarea consiste en continuar este examen, abordando todas las cuestiones y dudas.

El Comité considera que para que pueda continuar este examen son necesarios un proceso paciente así como prestar atención a los diálogos regionales. Los miembros del Comité señalaron que la propuesta conferencia mundial de la CMME podría ser un marco adecuado para explorar más a fondo la creación del Foro. Además, debería examinarse también la relación entre la actual reunión anual de los secretarios generales de las Comuniones Cristianas Mundiales y el Foro propuesto.

Hasta ahora, los esfuerzos se han centrado en la participación de las iglesias evangélicas libres y pentecostales en el Foro. El Comité pide la máxima prudencia en este proceso y espera una mayor claridad de propósito. El CMI ha estado ayudando a facilitar esta exploración y reconoce al mismo tiempo que comparte esta tarea con otras organizaciones. Los miembros del Comité no quieren que el Foro conduzca a una estructura institucional alternativa que compita por la obtención de recursos financieros y lealtades ecuménicas. Al mismo tiempo, el Comité no ignora la tirantez entre la función del CMI como administrador de su realidad institucional actual, y su vocación de servidor del Movimiento Ecuménico en general, manteniendo en ambas funciones como centro la meta de la unidad visible.

El Comité reconoce que el Comité de Continuación debe tener la necesaria independencia, y desea ofrecer su asesoramiento, así como alentar este proceso de cuidadosa exploración. Se plantearon cuestiones y se solicitaron aclaraciones respecto del mandato y la financiación de esta iniciativa. El Comité confía en que el objetivo del Foro y su excepcional contribución se aclararán más y que se reforzará la comunidad a la vez que se contribuye al objetivo final de la unidad visible.

En este espíritu, el Comité toma nota con gratitud de los progresos realizados hasta la fecha y exhorta a que continúe la exploración centrada en la atención y sensibilidad en las cuestiones y posibilidades de la propuesta del Foro.