El FSM se define como un espacio de debate democrático de ideas y propuestas, de intercambio de experiencias y de articulación de movimientos sociales, redes y organizaciones de la sociedad civil. Su objetivo es la búsqueda y construcción de alternativas a la globalización neoliberal. Sin embargo, no pretende representar a la sociedad civil mundial. Tiene un carácter no gubernamental, no partidario y no confesional. No participan en él representantes de gobiernos, partidos políticos ni organizaciones armadas y militares.

El Consejo Mundial de Iglesias decidió reforzar su presencia en esta tercera edición del FSM mediante el envío de una delegación ecuménica que tuvo a su cargo la realización de una serie de talleres sobre el tema de la "Espiritualidad de la resistencia". Además, algunos de sus integrantes participaron de los paneles de discusión programados por los organizadores. Por otra parte, el obispo Federico Pagura, co-presidente del CMI, fue una de las personalidades invitadas por los organizadores a integrar la sección Testimonios del FSM.

La presencia y actividades del CMI tuvieron lugar en el marco del "Caucus ecuménico" convocado por éste junto a la Federación Luterana Mundial, la Alianza Ecuménica de Acción Mundial, el Consejo Latinoamericano de Iglesias y una Coalición ecuménica de iglesias brasileñas y organizaciones locales relacionadas.