Consejo Mundial de Iglesias

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Comité central
29 de enero - 6 de febrero 2001
Potsdam, Alemania

5 de febrero de 2001

Festividades en Berlín en torno al Decenio para Superar la Violencia


Una serie de actividades tuvieron lugar en Berlín en la tarde del pasado domingo, para celebrar el inicio del "Decenio para Superar la Violencia", auspiciado por el Consejo Mundial de Iglesias bajo el lema "Las iglesias en Pos de la Paz y la Reconciliación".

Dichas celebraciones tuvieron lugar en la Casa de las Culturas de Berlín, un centro que promueve el diálogo con las culturas, -especialmente con las africanas, latinoamericanas y asiáticas- y que al mismo tiempo constituye una plataforma para el desarrollo de expresiones artísticas tales como el teatro, la danza y la literatura.

Diversas organizaciones eclesiásticas, algunas de ellas juveniles, así como ONGs y grupos de reflexión sobre la no-violencia, expusieron a través del arte muestras del trabajo que realizan y los temas que abordan, con lo cual contribuyeron a la creación de una atmósfera festiva en favor de la paz y la no-violencia.

Alemania cuenta en la actualidad con múltiples organizaciones interesadas en temas como el racismo, la democracia, la tolerancia, los refugiados y las migraciones, entre otros.

Una de las presentaciones más esperadas fue la danza "Paz a la Ciudad", interpretada por una compañía danzaria de Rio de Janeiro, Brasil, que dio voz y movimiento a los esfuerzos realizados por diversos grupos locales alrededor del mundo con el fin de fomentar una cultura de paz.

Otra importante celebración llevada a cabo fue el acto central con motivo del Decenio, donde el CMI emitió un mensaje donde manifestó que inaugura estos diez años con un "espíritu de arrepentimiento por las veces en que los cristianos han infligido violencia o la han justificado. En dicho mensaje, el CMI también instó a las iglesias a edificar comunidades de paz en medio de la diversidad, a buscar la reconciliación, y a romper los círculos de la violencia y actuar solidariamente con quienes luchan por alcanzar la justicia y la paz.

Uno de los principales oradores en esta oportunidad resultó ser José Ramos-Horta, Premio Nobel de la Paz 1996, quien se ha destacado internacionalmente por la defensa de los derechos de su nación, Timor Oriental, y en estos momentos forma parte del Gabinete de Asuntos Exteriores de la Administración tradicional de las Naciones Unidas en dicho país.

Ramos-Horta, hombre de marcada experiencia, expresó su confianza en que la cooperación entre los líderes y organizaciones de la sociedad civil pueda traer como resultado grandes logros a favor de la no-violencia en los próximos diez años. Insistió, además, en la necesidad no sólo de educar y predicar, sino también en la importancia de hacer campañas para conseguir que los países ricos condonen las deudas de los menos favorecidos, al mismo tiempo que apuntó a la necesidad de luchar por erradicar la pobreza, una de las principales causas generadoras de violencia.

Otra destacada personalidad que hizo uso de la palabra durante el acto fue la Dra. Rita Süsmuth, ex presidenta del Parlamento alemán, quien tras recordar que las víctimas fundamentales de la violencia son las mujeres y los niños, insistió en la necesidad de suprimirla, e instó al CMI a trabajar en tan necesario proyecto.

En el acto, representantes de todos los continentes colocaron tierra de sus respectivas regiones en una urna de cristal con la forma del globo terráqueo. Con esta simbólica acción quedó demostrada la ausencia en el mundo de lugares sin violencia, así como la interconexión existente entre todos los seres humanos.

Antes de concluir la celebración, Aram I, Moderador del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias, dirigió a los presentes un mensaje titulado "Peregrinaje de Fe", donde expresó el compromiso que implica este Decenio con la eliminación de todas las causas generadoras de violencia y exclusión.

"Con este Decenio, nosotros, como iglesias, nos comprometemos a superar la violencia, con una no-violencia activa en nuestras iglesias, en nosotros mismos, en nuestras familias, en nuestras escuelas, en nuestros barrios, y en nuestras ciudades", expresó.

Y concluyó diciendo: "Debemos superar la violencia al generar justicia, al construir paz, y a través de la conversión y el perdón."

El acto finalizó con una procesión hacia la Puerta de Brandenburgo, donde antiguamente se encontraba el Muro de Berlín, que dividía a la ciudad en Este y Oeste. Los participantes en la marcha peregrinaron con velas encendidas y entonando himnos, y al llegar a la puerta, el Dr. Konrad Raiser, Secretario General del CMI, pronunció unas palabras con motivo del lanzamiento del Decenio.

Raiser, recordó el holocausto que provocó la muerte de 6 millones de judíos en los campos de concentración alemanes como uno de los símbolos más brutales de la violencia en el siglo XX.

"La Puerta de Brandenburgo -afirmó- es nuestra primera parada en este caminar. Esta puerta ha sido testigo de muchas procesiones de protesta con antorchas y velas. La puerta en sí misma es un símbolo, delante de nosotros, del poder y la división violenta, de la reunificación y la reconciliación".

"Hoy esta puerta está nuevamente abierta, como un símbolo de esperanza para nuestro peregrinaje a través del Decenio", añadió.

También recordó que el Decenio debe comenzar en las mentes y corazones, además de ser un proceso para la paz y la reconciliación.

La procesión concluyó formando los asistentes una cruz con las velas encendidas.

Fotos del Comité central


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