Consejo Mundial de Iglesias

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Comité central
29 de enero - 6 de febrero 2001
Potsdam, Alemania

1 de febrero de 2001

Comité Central debate el informe de la Comisión Especial sobre la participación de los ortodoxos en el CMI


Una sesión de trabajo del Comité Central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) fue dedicada a analizar el trabajo que ha realizado la Comisión Especial sobre la participación de las iglesias ortodoxas en dicho organismo. Esta comisión está compuesta por treinta representantes ortodoxos e igual número de las otras iglesias miembros del Consejo y cuenta con dos moderadores: el Metropolitano Crisóstomos de Efeso (Patriarcado Ecuménico) y el Obispo Rolf Koppe (Iglesia Evangélica Alemana).

Esta es la primera vez que el CMI crea un órgano con igualdad de participación de las iglesias ortodoxas y de las demás iglesias. El mandato de esta comisión es estudiar y analizar un conjunto de cuestiones relativas a la participación ortodoxa en el CMI y proponer los necesarios cambios en la estructura, estilo y manera de ser del Consejo.

La reunión inaugural de esta comisión tuvo lugar en Morges, Suiza, en el año 1999. En esa ocasión, el Metropolitano Crisóstomos de Efeso presentó un informe donde apuntó cuatro aspectos fundamentales para el análisis: la organización del CMI, el estilo de la comunidad de vida en la organización, las convergencias y diferencias teológicas entre la tradición ortodoxa y las demás tradiciones, así como nuevas propuestas que permitan una mayor participación de los ortodoxos, en la vida del CMI. En la segunda reunión plenaria celebrada en el Cairo, en el pasado año, se apuntó a cinco cuestiones fundamentales: lo relacionado a la condición de miembro, revisión de los procedimientos de adopción de decisiones, el culto/oración común, las cuestiones eclesiológicas y las éticas y morales.

Al presentar el trabajo de la comisión ante el Comité Central, el moderador, Aram I recordó que incluso antes de la Asamblea de Harare en 1998, las iglesias ortodoxas habían demostrado su descontento e insatisfacción por ciertas cuestiones dentro de la vida del CMI. "La intención de este proceso es desafiarnos a nosotros como miembros del CMI para que veamos la necesidad de reafirmar nuestro estar juntos", afirmó el Moderador.

Un activo debate se inició después de la introducción ofrecida por el Obispo Koppe, co-moderador de la comisión, cuando varios puntos de vista se presentaron con respecto al trabajo de la misma, así como sugerencias y propuestas para futuras recomendaciones.

Dos de las preocupaciones presentadas por parte de los miembros del Comité Central fueron la de un posible cambio de estructura en la organización y el uso del consenso, debido a lo que esto último podría representar en términos de limitar el debate y el espacio para la expresión de diversos puntos de vista.

La Rev. Mari Kinnunen, de la Iglesia Evangélica Luterana en Finlandia, apuntó la necesidad de discutir y deliberar hasta encontrar el verdadero consenso. Por su parte, el Rev. John Roberts, de la Iglesia Metodista de Nueva Zelandia expresó su preocupación por la cuestión de la membresía y la participación de aquellas iglesias que son pequeñas y minoritarias en la vida del consejo, la cual podría verse afectada según algunas de las propuestas ortodoxas.

Por otro lado, el Rev. Dr. Clifton Kirkpatrick, Secretario Permanente de la Iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos, agradeció el trabajo de la comisión e insistió en la necesidad de que un nuevo modelo del consejo incluya también el testimonio común que tan importante es en la vida de la organización. Destacó la importancia de que ciertos temas, tales como el interés por lo social, la solidaridad con las mujeres, la lucha contra el racismo, entre otros, permanezcan como parte del accionar del CMI.

Por otro lado, algunas voces ortodoxas presentaron sus perspectivas sobre el trabajo de la comisión. El Rev. Dr. Hilarion Alfeyev, de la Iglesia Ortodoxa Rusa, reafirmó el compromiso ecuménico de su iglesia, además manifestó la alegría por el surgimiento de esta comisión que le ha ofrecido a los ortodoxos "un espacio amplio para expresarse y ser reconocidos".

Alfeyev también apoyó la iniciativa de la comisión de proveer el estatus de observadoras a ciertas iglesias. También subrayó la importancia de crear un órgano donde se encuentre una presencia de igual número de ortodoxos y no ortodoxos. Por último apuntó a la relevancia que la Iglesia Ortodoxa rusa le ha otorgado a la comisión, de la cual depende en gran medida el futuro de la relación de esta iglesia con el CMI.

Otra de la voces ortodoxas que se hizo escuchar en la sesión fue la del arzobispo Anastasios de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania, quien recordó que durante la Guerra Fría el movimiento ecuménico se convirtió en un puente, por lo que le atemorizaba la posibilidad de que en estos momentos, en lugar de seguir siendo un puente, el movimiento ecuménico se convirtiera en una cortina de hierro. Por último, apeló a la necesidad de permanecer juntos en un mundo amenazado por la secularización y la globalización.

Más información sobre la Comisión Especial sobre la participación de los ortodoxos en el CMI (en Ingles)
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