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7 de agosto de 2000

Nuevos esfuerzos concertados para vencer la violencia armada y controlar la posesión y la venta de armas pequeñas
Miriam Reidy-Prost


Por una inesperada coincidencia la consulta regional sobre "cómo hacer frente a la violencia armada en la sociedad en América Latina" se inauguró en Río de Janeiro en el momento preciso en que la atención pública de Brasil estaba centrada en la violencia y las armas pequeñas. La consulta ecuménica, celebrada del 25 al 28 de julio, estuvo organizada por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) en colaboración con la ONG local: Viva Rio.

El 12 de junio, un asalto banal a un autobús fue difundido en directo por una cadena de televisión nacional como primicia de los medios de información de Brasil.

Esta emisión, que duró cuatro horas, y en la que los telespectadores vieron a un policía disparar un tiro por error contra una de las mujeres rehenes y después estrangular al ladrón a sangre fría en el camino al hospital, provocó una ola de debates y de protestas en todo el país. Algunos dijeron que esa incompetencia y brutalidad podría haberse evitado si la policía estuviera mejor formada y observara una estricta disciplina.

Ocho días después, el ministro de Justicia envió un proyecto de ley al Senado de Brasil por el que se prohíbe el comercio y la posesión de armas de fuego.

Otra coincidencia: el 7 de julio, Viva Rio lanzó una campaña nacional contra la violencia y en favor de la prohibición de las armas pequeñas, que tiene por lema: "¡Basta! ¡Quiero paz!" (Basta! Eu Quero Paz¡) El año pasado Viva Rio reunió las firmas de 1.350.000 habitantes de Río en favor de la prohibición del uso y la venta de armas pequeñas. El CMI apoyó la campaña e instó a sus iglesias miembros y a la red International Action Network on Small Arms (IANSA) de hacer lo mismo. Por sus esfuerzos en favor de la paz entre las comunidades locales y su trabajo en relación con el microdesarme, Viva Rio fue una de las entidades fundadoras de la red "Paz a la Ciudad" del CMI; también colabora estrechamente con el Consejo en relación con el Decenio para Superar la Violencia: las iglesias en busca de reconciliación y paz (2001-2010).

Una campaña nacional
A las 7 horas de la tarde del séptimo día del séptimo mes del año 2000, millones de personas a lo largo y a lo ancho de Brasil escucharon a la popular actriz Fernanda Montenegro en un canal de televisión que les pedía que apagasen las luces, colocasen velas encendidas en sus ventanas, y fuesen a trabajar vestidos de blanco para expresar su deseo de que se ponga fin a la violencia y la criminalidad y se prohíban el empleo y la venta de armas pequeñas. Muchos lo hicieron ... ¡y así nació la campaña!

El mismo día, Viva Rio distribuyó manifiestos contra la violencia armada y en favor de la prohibición de las armas pequeñas en 14 capitales de estado, incluidas las ciudades conocidas por su extrema violencia: Recife, Brasilia, Salvador, Vitoria, São Paulo y Río.

Los que firmaron el manifiesto organizaron manifestaciones en la calle y se comprometieron a explicar a sus amigos y vecinos los objetivos de la campaña: - medidas a nivel social en favor de los jóvenes de los barrios más pobres y más violentos de las ciudades, aprobación del proyecto de ley, reforma de la policía y democratización del sistema jurídico - , y a exigir al Gobierno que tome las medidas pertinentes para aprobar el proyecto de ley, que se enfrenta con la férrea oposición de la poderosa industria de armamentos de Brasil, que es el tercer mayor exportador de armas pequeñas del mundo.

Viva Rio construyó un cartel mural de 150 metros cuadrados, dividido en dos partes: un "Mural del dolor" en el que cientos personas pegaron fotografías y textos sobre las víctimas de la violencia, incluidos agentes de policía, y un "Mural de la esperanza" en el que otras personas, incluidos niños y niñas y artistas de graffitis, inscribieron sus ideas acerca de cómo vencer la violencia en las ciudades. A medida que se recorre el país el mural se irá ampliando con los aportes de otras personas. Por último, llegará a la capital, Brasilia, el 7 de septiembre, día de la Independencia, y se colocará en el edificio del Congreso Nacional.

Como parte de la campaña, Viva Rio propone que se organice un boicot internacional contra las exportaciones de armas y municiones a Paraguay. Esta organización afirma que Paraguay reexporta las armas que recibe a Brasil con destino a la delincuencia organizada. También está haciendo presión para que se convoque una reunión entre abogados estadounidenses y brasileños a fin de examinar la mejor forma de proceder contra el fabricante de armas de los Estados Unidos Taurus & Rossie por los perjuicios ocasionados por sus productos a la población de Río.

Enfoques regionales e internacionales
En la Consulta organizada por el CMI y el CLAI en el Golden Park Hotel de Río participaron unos 35 especialistas y dirigentes religiosos comprometidos con la lucha contra la violencia y el control de la proliferación de armas pequeñas.

Entre ellos estaba el senador José Roberto Arruda, autor del proyecto de ley que está examinando actualmente el Senado de Brasil. También participaron el representante de la UNESCO en Brasil, Jorge Werthein, y dos abogadas de Nueva York, Elisa Barnes y Juli Dugan, que han entablado una acción judicial con éxito contra la industria de armamentos de Estados Unidos por daños y perjuicios causados a los ciudadanos de ese país.

Los objetivos de la consulta eran: elaborar un plan de acción regional para hacer frente a la violencia armada y al uso ilícito de armas pequeñas, crear una red ecuménica regional (relacionada tanto con la Red Ecuménica sobre Armas Pequeñas [ENSA] como con la red IANSA), y preparar la participación de las iglesias en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre "el comercio ilícito de armas pequeñas y armas ligeras en todos sus aspectos" que se celebrará en 2001.

Salpy Eskidjian, que coordinó la consulta y está encargada de Paz y Desarme en el equipo de Relaciones Internacionales del CMI, y el coordinador de la Oficina de la Paz del CLAI, Rafael Goto, inauguraron la consulta con reseñas sobre las actividades de sus respectivas organizaciones en esa esfera.

El director de Viva Rio, Rubem Cesar Fernandes, miembro de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales (CIAI), se refirió a una "cultura latinoamericana de violencia" y a las causas y consecuencias de la proliferación de armas pequeñas. Los participantes procedentes de doce países de América Central y del Sur explicaron la forma en que la proliferación de armas afecta a sus comunidades locales, y el papel que desempeñan la sociedad civil y las iglesias.

Un investigador argentino que realiza una encuesta sobre las armas pequeñas en el Cono Sur explicó el funcionamiento de los florecientes mercados lícitos e ilícitos de armas pequeñas en la región, y un experto en desarrollo procedente de Guatemala destacó algunas de las medidas y de los mecanismos jurídicos y de otra índole que podrían utilizarse para hacer frente al problema de las armas pequeñas en América Latina.

La consulta puso de relieve las relaciones que existen entre la demanda de armas, su empleo abusivo y las angustiosas condiciones sociales y económicas. Y explicó que es en las comunidades locales - en las calles de los tugurios urbanos - donde se considera con frecuencia que el recurso a las armas es una solución personal frente a la desintegración social y económica endémica y sistémica.

La Consulta destacó, además, que "si se quiere lograr un control de las armas pequeñas no es posible esperar a que se hayan resuelto los persistentes problemas sociales y económicos. Hay que actuar inmediatamente, porque se trata de una cuestión urgente..."

Denise García. ayudante de investigación del CMI, habló de los antecedentes de la cuestión de las armas pequeñas en el orden del día internacional; el director del "Project Ploughshares" del Instituto canadiense de estudios sobre la paz y los conflictos, Ernie Regehr, que también es miembro de la CIAI, informó acerca de los progresos en la elaboración de un instrumento internacional para el control de las armas pequeñas y sobre las expectativas en relación con la Conferencia de las Naciones Unidas que se celebrará en 2001.

La consulta se congratuló de los esfuerzos desplegados para elaborar normas y criterios internacionales a fin de restringir las transferencias, la posesión y el empleo de armas, en particular una "Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados", aprobada por la Organización de los Estados Americanos, en 1997, y un proyecto revisado de "Protocolo contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municiones y material conexo" de las Naciones Unidas, como complemento de la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional.

Al concluir sus trabajos, el 28 de julio, los participantes en la consulta hicieron un llamamiento a las iglesias de la región para que hicieran frente al problema de la violencia armada en general, y a la proliferación y el empleo abusivo de las armas pequeñas en particular. Y expresaron que las iglesias no sólo tienen la responsabilidad de aportar una perspectiva ética y moral sobre el tema, sino que deben llevar a cabo una tarea de sensibilización pues conocen muy bien las necesidades de la gente y están bien situadas para hacerlo.

Conscientes de que ese nuevo impulso para vencer la violencia armada y controlar la posesión y la venta de las armas pequeñas se manifiesta no sólo en Brasil sino en todo el mundo, los participantes en la consulta concluyeron con estas palabras: "¡Ha llegado el momento de que las iglesias digan NO a las armas de fuego!"

Miriam Reidy-Prost es miembro del Equipo de Información del CMI.

Decenio para Superar la Violencia (2001-2010)

En la Octava Asamblea del CMI, celebrada en Harare (Zimbabwe), los delegados que representaban a más de 300 iglesias miembros del CMI proclamaron el Decenio para Superar la Violencia (DSV). La Asamblea declaró que en relación con las cuestiones de no-violencia y reconciliación el CMI "debe elaborar una estrategia de colaboración con las iglesias ...con miras a crear una cultura de la no-violencia". El Decenio, que se iniciará en todo el mundo en febrero de 2001, se basará en las iniciativas que ya existen en el mundo y ofrecerá un foro para intercambiar experiencias y establecer relaciones a fin de aprender unos de otros.

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El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 337 iglesias, procedentes de más de 100 países de todos los continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Católica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperación con el CMI. El órgano rector supremo es la Asamblea, que se reúne aproximadamente cada siete años. El CMI se constituyó oficialmente en 1948 en Amsterdam (Países Bajos). Al frente del personal del CMI está su Secretario General, Konrad Raiser, de la Iglesia Evangélica de Alemania.