Consejo Mundial de Iglesias

Oficina de Comunicación - Prensa e información
Communicado de prensa

150, route de Ferney Apartado 2100 1211 Ginebra 2 Suiza
Correo electrónico: media



el 9 de febrero de 2000

El Dr. Konrad Raiser, Secretario General del CMI, propugna un "sistema de alerta anticipada" que permita detectar potenciales violaciones colectivas de los derechos humanos


El Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Dr. Konrad Raiser, denunció la creciente tendencia a legitimar el uso de medios militares en las intervenciones humanitarias. Estas intervenciones deben "seguir siendo una excepción, y será necesario estipular normas y criterios vinculantes en el derecho internacional para su regulación," expresó Raiser, el martes 8 de febrero, al dirigirse a los participantes en la undécima Conferencia Internacional de Capellanes del Ejército que tuvo lugar en Ginebra del 7 al 11 de febrero de 2000.

Habida cuenta del conflicto en la ex Yugoslavia y de la intervención de la OTAN en el conflicto de Kosovo, así como del "autoexamen crítico que llevó a cabo la Organización de las Naciones Unidas" ante los "trágicos acontecimientos en Rwanda", resultó inevitable ahondar en el debate sobre la legitimidad de las intervenciones humanitarias, dijo Raiser en su alocución.

A este respecto, Raiser se refirió a un estudio del CMI sobre las cuestiones éticas que plantea la intervención humanitaria . El estudio se organizará en consulta y colaboración con los organismos de cooperación de las iglesias, las organizaciones humanitarias y los institutos de investigación y se someterá a la aprobación del Comité Central del CMI en su próxima reunión en enero de 2001.

Raiser dijo que lamentaba que "el debate político y ético se haya centrado principalmente en la cuestión de la legitimidad de la intervención humanitaria armada". Y añadió, "como resultado, se ha prestado menor atención a otras formas de intervención para proteger los derechos humanos y detener la intervención armada". Con objeto de limitar los casos "en los que la intervención armada se considera absolutamente necesaria", deberán desarrollarse y difundirse otros eventuales instrumentos.

Entre los ejemplos positivos y eficaces de este tipo de medidas, Raiser se refirió al nombramiento de relatores especiales destacados en algunos países o específicamente encargados de distintas formas de violación de los derechos humanos, así como al envío de equipos de observadores para seguir de cerca procesos electorales y la situación de los derechos humanos en distintos países, y afirmó que era necesario consolidar y sistematizar esas iniciativas.

A ese respecto, Raiser propugnó el establecimiento de un "órgano permanente de supervisión" en el marco de las Naciones Unidas así como la instauración de un "sistema de alerta anticipada que permita detectar potenciales violaciones colectivas de los derechos humanos". Otro aspecto que el Secretario General del CMI estimó particularmente urgente fue "el establecimiento de medidas para la protección de minorías y grupos de población que han pasado a ser refugiados en sus propios países como consecuencia de los conflictos armados".

Pero, aun cuando se instauren eficazmente esas medidas, será necesario fomentar un cambio de mentalidad, pasando de "la predominante lógica militar de intervención en situaciones de crisis, a verdaderas medidas humanitarias". Ese cambio de mentalidad debería ir a la par de "enérgicas medidas para que los recursos materiales y financieros se inviertan en la consolidación de los instrumentos civiles de acción humanitaria y protección de los derechos humanos, y no en la formación de fuerzas de intervención militar como se ha venido haciendo hasta ahora", añadió Raiser.

Sin embargo, el "sorprendente desequilibrio" entre los medios utilizados por la OTAN en Kosovo y el lento proceso para reunir los necesarios recursos humanos y financieros a fin de reconstruir el orden social tras haber concluido la acción militar pone en evidencia que "aún no existe la voluntad necesaria para efectuar ese cambio de orientación, ni por parte del público en general, ni por parte de los gobiernos".


Para más información pónganse en contacto con:
Oficina de relaciones con los medios de información
Tel. (+41 22) 791 61 53 (Oficina)
Correo electrónico: media
Arriba

Comunicados de prensa 2000

Vuelta a la página raíz del CMI


El Consejo Mundial de Iglesias es una comunidad de Iglesias, actualmente 337 procedentes de más de 100 paises de todos los continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Católica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperación con el CMI. El órgano rector supremo es la Asamblea, que se reúne aproximadamente cada sieta años. El CMI se constituyó oficialmente en 1948 en Amsterdam (Paises Bajos). Al frente del personal del CMI está su Secretario General, Konrad Raiser, de la Iglesia Evangélica de Alemania.