octava asamblea y 50 aniversario
Juntos en Camino
1.2. Los participantes

Los participantes en la Octava Asamblea alcanzaron a 4500 personas, de las cuales 966 eran delegados que representaban a sus respectivas iglesias. De estos delegados, 38 por ciento eran mujeres y 14 por ciento jóvenes. A los delegados oficiales se agregaron 350 visitas provenientes de distintas partes del mundo y unas 1000 visitas diarias locales. Para estas visitas se organizó un programa especial de actividades.

El periodismo especializado de numerosas publicaciones eclesiales y seculares y de las principales agencias de noticias y redes de radio y televisión internacionales también estuvo presente, siguiendo paso a paso los debates y el acontecer de la asamblea. Trescientos cincuenta periodistas se acreditaron para transmitir con los más modernos medios la información principal que produjo esta reunión. Algunos hasta transportaron sus propias antenas satelitales portátiles para transmitir la información sin interferencias.

Además de los delegados y de las visitas, participaron de la asamblea observadores de iglesias que no son miembros del Consejo Mundial de Iglesias, como la Iglesia Católica Romana, que envió una delegación de 23 miembros. Esta delegación estuvo presidida por el obispo Mario Conti, de Aberdeen, Escocia, quien es co-moderador del Grupo Mixto de Trabajo, la comisión oficial de diálogo entre la Iglesia Católica y el CMI que se creó luego del Concilio Vaticano II. Otros invitados especiales representaron a otras religiones, como Norio Sakai y Yoshinobu Minami de la organización budista Rissho Kosei-Kai

Por primera vez, una delegación de iglesias de Corea del Norte participó en una asamblea del CMI. La delegación estuvo integrada por cuatro personas y fue presidida por el Rev. Kang Yong-Sop, presidente de la Federación Cristiana de Corea, que representa a 12 mil miembros que se reúnen en 650 congregaciones en hogares. En la Séptima Asamblea, en Canberra, participó por primera vez una delegación de las iglesias de la República de China. En Harare, la delegación china estuvo integrada por 11 personas.

Participaron además, delegados de las iglesias asociadas al CMI, que no son miembros plenos por no llegar al mínimo de 25 mil miembros que se requieren para acceder a esa categoría, y representantes delegados de las Comuniones Cristianas Mundiales, organismos ecuménicos regionales y nacionales y organizaciones ecuménicas internacionales que mantienen relaciones de trabajo con el CMI.

El personal del CMI estuvo presente en la asamblea con 150 de sus miembros, que trabajaron en distintas áreas programáticas y de la organización del evento. A este personal se agregó un buen número de personal co-optado para cumplir tareas diversas, desde colaborar con la traducción y la interpretación en cinco idiomas hasta la producción del diario de la Asamblea, Jubilee, que todos los días brindaba información sobre los últimos acontecimientos y la agenda de la asamblea. También asistieron 80 asesores para cumplir tareas en diversas áreas.

Otros colaboradores valiosos de la asamblea fueron los 182 ujieres, jóvenes de iglesias de todo el mundo, que viajaron a Harare para trabajar en las tareas más dispares, desde mantener al día la provisión de documentos en la sala plenaria hasta colaborar con la señalización del enorme predio de la universidad para que los participantes encontraran con facilidad las numerosas aulas y auditorios donde se celebraban las reuniones.

Esta asamblea tuvo el honor de recibir la visita de dos jefes de Estado africanos. El presidente Robert Mugabe, de Zimbabwe, dirigió la palabra a la asamblea en sesión plenaria, en un vibrante discurso en el que abogó por los derechos de su pueblo y agradeció al CMI por la ayuda humanitaria que brindó a los zimbabwenses en 1979, en plena lucha por la independencia, a través del Programa de Lucha contra el Racismo. La visita del presidente Nelson Mandela, quien fue acompañado por el presidente Mugabe, ocupó un lugar especial en la agenda de la asamblea, ya que Mandela pronunció su discurso en la ceremonia en la que se celebraron los 50 años de la creación del CMI. En su alocución, que se incluye entre los documentos de este informe, Mandela instó al CMI a brindar la misma solidaridad a la lucha por el desarrollo y la consolidación de la democracia en África que brindó a los movimientos de liberación que pelearon contra el dominio blanco en el sur del continente.

La asamblea recibió mensajes y saludos de numerosas organizaciones y personalidades, incluyendo un mensaje grabado en video por el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, con motivo del 50 aniversario del CMI y agradeciendo por la contribución de esta entidad ecuménica a la defensa de los derechos humanos en el mundo. Entre los principales saludos recibidos, se incluyen en este informe los textos completos de los mensajes del Patriarca Ecuménico Bartolomeo, del papa Juan Pablo II, y de Karekin I, católicos de la Iglesia Apostólica Armenia.


1.3: El contexto mundial

Indice: Octava Asamblea y 50 aniversario



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