consejo mundial de iglesias

octava asamblea y 50 aniversario
material preparatorio

REUNIÓN DE INFORMACIÓN Y DEBATE SOBRE LA UNIDAD I: UNIDAD Y RENOVACIÓN

Orden del día anotado


Primera sesión
1. Bienvenida y presentaciones
2. Introducción a la reunión de información y debate
3. Reseña general de la Unidad y las secciones, y de sus actividades

Segunda sesión
Los presentadores introducirán las siguientes cuestiones y dirigirán los debates:

Fe y Constitución
1. ¿Por qué es importante la unidad de la iglesia?

  • imperativo teológico
  • estudios de casos y testimonios inspirados en la labor durante este período, por ejemplo: identidad étnica e identidad nacional, eclesiología y ética

2. ¿De qué clase de unidad estamos hablando?
  • la relación de la unidad y la diversidad (Santiago, Moshi, experiencia de las conferencias regionales, debates en conversaciones multilaterales y bilaterales)
  • la unidad como aspecto dinámico y no estático (tema de la koinonía)
  • la comunidad de interpretación (estudio sobre hermenéutica)
  • las notas de la Iglesia (Santiago, estudio sobre eclesiología)

3. ¿Cuáles son los obstáculos para la unidad?
  • aún subsisten diferencias reales sobre "cuestiones de fe y constitución" que dividen a nuestras iglesias
  • falta voluntad para el cambio, tendencia a vivir en el pasado, rechazo de la transformación, posmodernismo (Comisión Plenaria en Moshi sobre recepción y conversión como desafío)

4. Signos de esperanza
  • la confesión común de la fe (estudio sobre la fe apostólica)
  • reconocimiento del bautismo (respuestas al BEM, consulta de Faverges, teología del laos)
  • entendimiento común sobre culto y eucaristía (informes de Ditchingham y de Bossey, semana de oración por la unidad de los cristianos, fecha común de la Pascua)
  • testimonio común (eclesiología y ética, contribución de los estudios de Fe y Constitución sobre Porvoo, iglesias unidas y en vías de unión, diálogo entre las iglesias ortodoxas orientales y la Iglesia Católica Romana, etc., actividades sobre la problemática del SIDA, comunidad sin exclusiones.

Participación de los Laicos en una Comunicad sin Exclusiones
1. ¿Por qué es importante la participación de los laicos para la unidad de la Iglesia y la unidad de la humanidad?
  • imperativo teológico
  • visión general de la labor relativa a la nueva definición de laico (eclesiología del pueblo de Dios)

2. ¿De qué clase de unidad con justicia estamos hablando? Formación del laos:
  • aprendizaje ecuménico, formación de los laicos y formación de dirigentes
  • programa de intercambio

3. ¿Cuáles son los obstáculos para una comunidad sin exclusiones?
  • actividades con personas con discapacidades (Cartigny, Sibiu, Beirut, Corea)
  • declaración provisional sobre el entendimiento empírico y teológico de la cuestión de las discapacidades

4. Signos de esperanza
  • reconocimiento del bautismo de todo el pueblo de Dios
  • cooperación más estrecha con el Pontificio Consejo para los Laicos
  • reconocimiento de los dones y competencias de las personas con discapacidades
  • formación de un nuevo liderazgo para el Movimiento Ecuménico

Tercera sesión
Los presentadores introducirán las siguientes cuestiones y dirigirán los debates:

Formación Teológica Ecuménica
1. ¿Por qué es importante la formación teológica? ¿ Necesita la formación teológica de la iglesia? ¿Necesita la iglesia de la teología?

2. ¿Qué significa la vocación ecuménica de la iglesia para la formación teológica y la formación para el ministerio? La formación teológica es un proceso hermenéutico, que trata de reintegrar la tradición en el presente. ¿De qué manera puede ayudar a reunir todas las disciplinas para funcionar como un todo orgánico? ¿De qué manera la vida sacramental de la iglesia es pertinente para las múltiples necesidades de los cristianos, especialmente por lo que respecta al sufrimiento y al alivio del sufrimiento? ¿De qué manera es necesario cambiar la enseñanza de la teología y la formación para el ministerio a fin de que la iglesia esté preparada para desempeñar esa tarea?

3. Cómo institución de formación ecuménica ¿qué significa la FTE para el CMI, las iglesias y las escuelas de teología? ¿Cómo establecer un equilibrio entre el desafío ecuménico y la adhesión incondicional a las denominaciones?

4. Problemas y promesas

  • viabilidad financiera
  • la emergencia de los movimientos pentecostales y carismáticos pone de relieve la curación como función de la religión y del ministerio; sin embargo, las formas litúrgicas y canónicas suelen hacer difícil la tarea de incorporar nuevas tradiciones de curación; de ahí el peligro de la heterodoxia e incluso del cisma. ¿De qué manera la formación teológica y la formación para el ministerio pueden ayudar a superar esta situación?
  • "Surge un profeta". ¿En qué medida la Formación Teológica Ecuménica se relaciona con los movimientos pentecostales y carismáticos tan dinámicos?

Culto y Espiritualidad
1. ¿Cómo debemos orar?
  • los talleres de culto como fuente de modelos de liturgias;
  • el culto como un lugar concreto para las cuestiones de Evangelio y culturas;
  • el culto como una actividad unificadora o como causa de división.

2. ¿Debemos orar?
  • la importancia de la espiritualidad en la vida del CMI (consulta sobre una espiritualidad cristiana para nuestro tiempo)

    3. Oramos

  • el culto en las reuniones ecuménicas y las posibilidades que ofrece para su adaptación a nivel local.

    4. Oremos

    • la fecha de la Pascua;
    • el calendario de oraciones ecuménicas y la invitación a un ministerio de oración permanente

    Informe sobre "Unidad y Renovación"

    Mandato, estructura y orientaciones programáticas
    La nueva Unidad de Trabajo "Unidad y Renovación" comenzó a funcionar en enero de 1992. Sus cuatro secciones Fe y Constitución, Participación de los Laicos en una Comunidad sin Exclusiones, Formación Teológica Ecuménica - Bossey, y Culto y Espiritualidad estaban llamadas a velar por "una interacción, una cooperación y un enriquecimiento cada vez mayores". En su primera reunión en Evian, en 1992, la Comisión de la Unidad expresó esa interrelación en términos de la búsqueda encaminada a manifestar la unidad como koinonía:
    La búsqueda encaminada a manifestar esa unidad como koinonía sigue siendo un quehacer constante del trabajo y el diálogo teológicos tendientes a superar tanto las diferencias heredadas como las nuevas divisiones. Además, está indisolublemente ligada a la construcción de la comunidad sin exclusión, de modo que la Iglesia pueda integrar en su vida y reflejar en su experiencia la labor de unidad con justicia que cura las divisiones. El estimulante proceso de educación teológica de todo el pueblo de Dios está al servicio del fin último que es mantener vivo el ministerio profético y magisterial de Cristo en la diversa realidad del pasado y del presente. La vida de las iglesias, también en el plano local, debe renovarse mediante el culto y la espiritualidad ecuménicos, por encima de las barreras de idioma y cultura.

    La comisión también determinó la orientación general de los programas de las cuatro secciones:

    Fe y Constitución
    "La lucha por manifestar la unidad de la Iglesia como comunión/koinonía expresa la respuesta al don y la vocación de Dios y apunta hacia su plenitud. Este don y esta vocación requieren de nuestra parte un trabajo y un diálogo teológicos constantes para superar las diferencias tanto heredadas como nuevas que mantienen divididas a las iglesias y que son otros tantos obstáculos para constituir una comunidad verdaderamente inclusiva. Es necesario centrar la atención en las afirmaciones básicas de la fe cristiana que ya compartimos. Por lo que respecta al cumplimiento del Reino de Dios, ha de haber una interrelación consciente entre la labor en pro de la unidad de la Iglesia y la renovación de la comunidad humana, puesto que el designio de Dios es reconciliar y transformar a toda la humanidad y la creación.

    "Esta orientación principal del programa exige realizar una labor orientada hacia la "koinonía" que se nos da y se expresa en la confesión común de la fe apostólica, una vida sacramental en común a la que accedemos por un bautismo único y que celebramos juntos en una sola comunidad eucarística: una vida en común cuyos miembros y ministerios se reconocen y reconcilian mutuamente; y una misión común como testigos del Evangelio de la gracia de Dios y al servicio de toda la creación." (Declaración de Canberra sobre "La Unidad de la Iglesia como Koinonía: Don y Vocación").

    "El trabajo encaminado a la consecución de ese objetivo comprende la búsqueda de perspectivas comunes entre los diversos enfoques teológicos. También debemos reflexionar sobre la relación entre la comunión que buscamos en la fe, la vida y el testimonio y la diversidad enriquecedora y necesaria en que se expresa y se vive esa comunión."

    Participación de los Laicos en una Comunidad sin Exclusiones
    "La iglesia es congregada y renovada en el amor de la Santa Trinidad, que es una comunidad de personas unidas en mutuo y desinteresado amor. La Iglesia ha de ser un signo de esa unidad y también ha de invitar al mundo entero a que participe y quede incluido en ella. Esta vocación le exige a la Iglesia incorporar a su vida y reflejar en su experiencia la labor en pro de la unidad con justicia que cura las divisiones.

    "Esta sección ... se considera servidora de esa vocación a la unidad con justicia. El objetivo principal de la sección son los laicos y el fortalecimiento de su participación en la Iglesia. Tanto clérigos como laicos constituyen el laos tou Theou todo el pueblo de Dios pero reconocemos que la relación entre ambas partes a menudo tiene necesidad de la obra curativa de la unidad.

    "Las diferencias, las distinciones y las divisiones, presentes no sólo en la sociedad en general sino también dentro de la Iglesia, pueden excluir a ciertas personas y a veces a categorías enteras de personas de una participación y una comunión plenas y significativas en el seno de la comunidad.

    Los problemas de raza y género han sido una preocupación constante del CMI. Las personas con capacidades diferentes, los ancianos, los niños y los jóvenes ... se cuentan entre los más vulnerables de nuestra sociedad y, además, son los que se excluye de forma creciente de la comunidad y se hace competir uno contra otro por la obtención de reconocimiento y de recursos.

    "Sin embargo, la tarea de incluir a cada uno dentro de la comunidad única no es tanto un programa independiente como un medio de concebir y aplicar cada uno de los programas. A veces requerirá reflexión y estudios teológicos que proporcionen los sólidos fundamentos que se necesitan. Otras veces hará falta educación y formación específicas. Pero lo cierto es cada uno en todo momento deberá reconsiderar las consecuencias que pueden tener sus acciones y programas para cada miembro de la comunidad así como para la comunidad en su conjunto. Así pues, esta sección es tanto una sección instigadora, iniciadora, coordinadora, provocadora, como "pragmática"."

    Formación Teológica Ecuménica
    "La formación teológica, un servicio (diaconía) de primordial importancia, es una tarea indispensable de toda la Iglesia, especialmente con respecto a quienes se están capacitando para ser futuros dirigentes de la Iglesia, tanto clérigos como laicos. El fin último del quehacer teológico es mantener vivo de manera dinámica el ministerio profético y magisterial de Cristo en cada momento histórico de la vida de la iglesia y la sociedad. A este respecto, si bien los especialistas tienen una particular función que cumplir, todo el pueblo de Dios está llamado también a contribuir, a la luz de la Palabra de Dios y con la inspiración del Espíritu Santo.

    "La sección de Formación Teológica Ecuménica (FTE) se encarga principalmente de fomentar la unidad y la vocación misionera de la Iglesia, así como de abordar de manera científica y coherente los problemas socioéticos que se plantean a la humanidad."

    Culto y Espiritualidad
    "Profundizar nuestra vida de oración juntos es indispensable para poder comprendernos unos a otros, más allá de idiomas y cultura, en el verdadero espíritu de Pentecostés.

    "El culto y la liturgia ecuménicos son también un medio gracias al cual el CMI puede llegar a la vida de las congregaciones locales mediante la música, el material litúrgico y la oración. En todas partes hay hambre y sed de renovación espiritual, tanto por lo que respecta a la santificación personal como a la transformación colectiva. El espíritu ecuménico de culto y vida litúrgica que se está abriendo camino puede ser un movimiento del Espíritu Santo para la renovación de nuestras iglesias."

    Prioridades programáticas
    En 1992, el Comité Central examinó las prioridades programáticas para cada una de las secciones establecidas por la Comisión de la Unidad en Evian:

    Fe y Constitución
    1. La naturaleza de la unidad de la iglesia como koinonía. Preparación, celebración y seguimiento de la Quinta Conferencia Mundial de Fe y Constitución, sobre el tema "Hacia una comunión/koinonía en la fe, la vida y el testimonio". Para el seguimiento de esta conferencia se realizará un importante estudio de las Perspectivas Ecuménicas de la Eclesiología, haciendo especial hincapié en la interpretación de la koinonía y en las exigencias de la unidad visible.

    2. Un estudio sobre la unidad de la Iglesia y la renovación de la comunidad humana por lo que respecta, en particular, a cuestiones de actualidad tales como las tensiones étnicas y el nacionalismo.

    Participación de los Laicos en una Comunidad sin Exclusiones
    1. Estudio e investigación sobre una comunidad sin exclusiones, incluidas las necesidades de las personas con capacidades distintas, los ancianos y otros; la comunidad sin exclusiones se preocupa especialmente del problema del racismo (también relacionado con unidad y renovación)."

    2. Formación y participación de los laicos en la vida y la misión de la Iglesia en el mundo, en estrecha colaboración con los centros de formación de laicos.

    Formación Teológica Ecuménica
    1. La Formación Teológica Ecuménica como se expresa en: a) la labor del Instituto Ecuménico de Bossey y los diversos esfuerzos de formación teológica en las regiones; b) el fortalecimiento de las actividades de investigación de Bossey y de los medios de que dispone; c) la relación de los programas del Instituto Ecuménico de Bossey con la labor en curso de toda la Unidad; d) los vínculos entre Bossey y otros institutos ecuménicos, por ejemplo, la Irish School of Ecumenics.

    2. La necesidad de examinar la viabilidad de la formación teológica en diferentes contextos culturales, y la utilización de diferentes metodologías.

    Culto y Espiritualidad
    1. Estudiar la espiritualidad cristiana en nuestro tiempo: la teología y la práctica del culto como un signo y compromiso en favor de la unidad visible que buscamos; nos insta a reflexionar sobre el culto, la música, el arte y los símbolos cristianos, la iconografía, la arquitectura, la oración, los estilos de vida, las luchas inherentes a la vida como discípulos y los retiros.

    2. Renovación de la vida ecuménica en las congregaciones locales.

    Prioridades dentro de la Unidad y entre las unidades
    El Comité Central en 1992 también determinó las prioridades dentro de la Unidad y entre las unidades. Dentro de la Unidad se insta a cada sección a aportar su contribución a la Quinta Conferencia Mundial de Fe y Constitución, a reflexionar con las otras sobre el ecumenismo a nivel local y sus consecuencias para nuestra comprensión de la naturaleza de la iglesia, a trabajar juntas en la planificación del culto y a examinar la forma en que el culto nos enriquece en nuestro camino hacia la unidad. Las percepciones de la sección sobre la comunidad sin exclusiones deberían integrarse en el estudio de Fe y Constitución sobre Unidad de la Iglesia y Renovación de la Comunidad Humana; y debería alentarse el Instituto de Bossey a que retome los temas de los trabajos de la Unidad en su Ciclo Académico de Estudios Superiores y en sus cursos de verano.

    Por lo que respecta al Consejo en su conjunto, se insta la Unidad a que se comprometa en una reflexión bíblico teológica con cada una de las otras unidades; específicamente con la Unidad III sobre las consecuencias eclesiológicas del proceso de Justicia, Paz e Integridad de la Creación; con las Unidades II y III sobre el diálogo interreligioso; y con la Oficina de Relaciones Interreligiosas sobre el diálogo entre cristianos y judíos; con la Unidad II sobre misión y evangelización y sobre el Evangelio y las culturas; y con la Unidad IV sobre la diaconía como una expresión práctica de la koinonía.

    Comisión de la Unidad I

    La Comisión de la Unidad I se reunió cuatro veces para recibir los informes de cuatro grupos de trabajo y de la junta directiva y para dar orientación al trabajo en curso de la Unidad.

    Evian, Francia, 1992. Como ya expresamos, esta reunión proporcionó una orientación general al programa de la Unidad, que se había creado cuatro meses antes.

    Crêt-Bérard, Suiza, 1995. Además de formular recomendaciones sobre la labor de las cuatro secciones, los comisionados examinaron la cuestión de la ubicación administrativa del Instituto de Bossey y afirmaron que debía permanecer en el marco de la Unidad. También comenzaron a participar en el proceso Hacia un Entendimiento y una Visión Comunes del CMI (EVC). Los comisionados declararon: "En este momento decisivo, consideramos la unidad que buscamos en término de comunión, reflejando la índole relacional de nuestra comunión con Dios, de unos con otros y con la creación como un todo."

    Abadía de Hautecombe, Francia, 1996. En esta reunión se elaboraron tres documentos importantes: 1) una declaración en la que se afirma la labor de las cuatro secciones y se determinan las prioridades teniendo en cuenta la preocupación cada vez mayor por la situación financiera del Consejo; 2) una carta abierta al secretario general, en la que se formulan recomendaciones por lo que respecta al proceso de examen de la situación financiera; 3) una respuesta al proyecto de texto sobre el EVC.

    Annecy, Francia, 1997. En un extenso informe sobre sus cuatro reuniones, los miembros de la Comisión tomaron nota con aprecio de los múltiples logros de la Unidad y de sus cuatro secciones desde 1992. El informe también incluye valiosas observaciones sobre la orientación futura del Consejo y el documento EVC.

    Fe y Constitución

    Quinta Conferencia Mundial de Fe y Constitución
    La principal preocupación de Fe y Constitución durante este período fue la planificación, la celebración y el seguimiento de los resultados y las recomendaciones de la Quinta Conferencia Mundial de Fe y Constitución (Santiago de Compostela, agosto de 1993). Los objetivos de la Conferencia eran:
    • evaluar los logros obtenidos en el camino hacia la unidad visible gracias al diálogo ecuménico en el marco de Fe y Constitución y de otros contextos;
    • instar a las iglesias a que integren más plenamente esos logros en su pensamiento, su vida y sus relaciones ecuménicas;
    • estimular a las iglesias a que afirmen y vivan la comunión que ya existe entre ellas, aunque sea incompleta , y a oponerse a toda tendencia que signifique un retroceso;
    • determinar las cuestiones antiguas o nuevas que aún entorpecen la plena comunión, examinarlas e indicar formas de superarlas;
    • reflexionar juntos sobre la orientación futura y las prioridades del Movimiento Ecuménico, del Consejo Mundial de Iglesias y, en particular, de la Comisión de Fe y Constitución
    .
    En la Conferencia fue posible hacer una síntesis de las percepciones de los tres estudios principales de Fe y Constitución (Bautismo, Eucaristía y Ministerio; Confesar la Fe Común; Iglesia y Mundo) y un documento "Hacia una Koinonía en la Fe, la Vida y el Testimonio", en el que se desarrollan las líneas generales de la declaración sobre la unidad de Canberra y es el resultado de una serie de consultas regionales.

    La Conferencia, que reunió a participantes de todo el movimiento de Fe y Constitución, se distinguió de las anteriores conferencias por la elevada proporción de participantes mujeres y de participantes de las dos terceras partes del mundo. Un grupo de 35 jóvenes teólogos (de menos de 35 años de edad) tuvo gran influencia en los trabajos de la Conferencia gracias a su declaración pública.

    En el mensaje de la conferencia se declara que: "No podemos dar marcha atrás con respecto al objetivo de la unidad visible y del Movimiento Ecuménico único, que vincula la preocupación por la unidad de la iglesia con el compromiso en las luchas del mundo". En el mensaje se elabora la concepción de las iglesias como koinonía una comunión en la fe, la vida y el testimonio y apunta al proceso de reconciliación que puede dar lugar a una mayor comunión, destacando la interdependencia de la fe, el culto y el testimonio. Los informes y documentos pasaron a formar parte de la literatura teológica de especialistas e iglesias, y su lectura fue recomendada a los fieles en la encíclica papal Ut Unum Sint.

    Estudios de Fe y Constitución
    Eclesiología. En su primera reunión después de la Conferencia Mundial, la Comisión Permanente adoptó un "esquema general de los estudios de Fe y Constitución" en el que el estudio ecuménico sobre "La Iglesia como Koinonía" ocupaba el primer lugar entre los proyectos de Fe y Constitución . Los otros estudios sobre culto, hermenéutica, y eclesiología y ética debían contribuir a ese estudio general. El objetivo del estudio sobre eclesiología era presentar líneas comunes y convergentes del pensamiento eclesiológico, reunir los resultados del diálogo ecuménico pasado y presente de forma coherente y, en este contexto, establecer puntos de desacuerdo a nivel confesional, con la esperanza de que sea posible lograr una visión común de la naturaleza, la unidad y la misión de la Iglesia.

    A solicitud de las iglesias unidas y en vías de unión (Ocho Ríos, 1995) y de las iglesias de Leuenberg-Meissen y Porvoo (Liebfrauenberg, 1996), se celebró en Estrasburgo (1997) una consulta sobre "Episkope y episcopado en la búsqueda de la unidad visible y en el servicio de la misión apostólica de la Iglesia". El objetivo era examinar la reciente evolución de la comprensión y la práctica del episkope, a la luz de los trabajos sobre el BEM, de las respuestas de las iglesias a ese documento y de los diálogos bilaterales, y reflexionar al respecto desde un punto de vista teológico.

    Hermenéutica ecuménica. El objetivo de este estudio sobre hermenéutica ecuménica, que se emprendió en 1994, es ayudar a las iglesias a dialogar más allá de las culturas y las confesiones y a comprender la interrelación que existe entre ellas. Dado que la Unidad II había emprendido un estudio sobre la hermenéutica intercontextual en el marco de su estudio sobre el "Evangelio y las Culturas", Fe y Constitución decidió colaborar con la Unidad II. El texto que trata de lograr un marco coherente para el quehacer teológico desde un punto de vista ecuménico se ha enviado a especialistas en hermenéutica para que nos hagan llegar sus comentarios.

    Culto. La reflexión teológica sobre el culto en relación con la unidad de la iglesia ha sido una preocupación constante de Fe y Constitución. Una conferencia importante sobre este tema, celebrada en Ditchingham, Inglaterra, en 1994, fue más allá del estudio sobre el Bautismo, Eucaristía y Ministerio poniendo en evidencia la diversidad de expresiones que pueden surgir de un orden de culto común. Con ocasión de la consulta y la elaboración del informe, Fe y Constitución examinó la cuestión con especialistas en liturgia; y estas nuevas relaciones también enriquecieron la discusión sobre la liturgia de bautismo en una consulta celebrada en Faverges, Francia, en 1997.

    Eclesiología y ética. Tras solicitud del Comité Central, Fe y Constitución se unió a la Unidad III para realizar un estudio en el que se relacionan la reflexión teológica y eclesiológica con la expresión ética concreta de la fe cristiana en la vida. Se celebraron tres consultas y sus resultados fueron publicados. Esos resultados se refieren a la interrelación entre koinonía y justicia, paz e integridad de la creación; el imperativo eclesiológico para la reflexión y la acción éticas ecuménicas; la interrelación entre pacto, eucaristía y compromiso ético; y la iglesia como "comunidad moral". El amplio interés por estos tres informes y los debates al respecto dejaron claro que no se trata sólo de cuestiones internas del CMI, sino de cuestiones que tienen un significado más amplio para las iglesias. El Comité Central, en 1996, pidió que se estableciese una mayor colaboración entre Fe y Constitución y la Unidad III para estudiar el tema "Identidad étnica, nacionalismo y la unidad de la Iglesia" (estudio bajo la dirección de Fe y Constitución) y sobre el Programa para Superar la Violencia (programa bajo la responsabilidad de la Unidad III).

    Otras cuestiones importantes
    Durante este período se llevaron a cabo también otros estudios. Compartir la Fe Común se publicó como guía para el informe sobre Confesar la Fe Común. Se celebraron dos reuniones del Foro Bilateral y una importante reunión de las iglesias unidas y en vías de unión, además de otras muchas iniciativas en colaboración con las Comuniones Cristianas Mundiales y las organizaciones ecuménicas regionales.

    Participación de los Laicos en una Comunidad sin Exclusiones

    Nuevo perfil de los laicos
    En Montreat, Carolina del Norte (Estados Unidos), en septiembre de 1993, se celebró una Convención Mundial de Centros Cristianos de Encuentro y Formación de Laicos". Organizada conjuntamente por el CMI y el Comité Mundial de Colaboración de los Centros Cristianos de Encuentro y Formación de Laicos, esta Convención reunió a 300 representantes de institutos de formación de laicos con preocupación ecuménica de todo el mundo y de diferentes contextos confesionales, regionales y culturales. Los participantes dedicaron una semana a visitar comunidades en América del Norte antes de reunirse en Montreat para estudiar el tema "Tejiendo Comunidades de Esperanza".

    De 1993 a 1997, continuó el trabajo de investigación sobre la "nueva definición de los laicos" y la eclesiología de pueblo de Dios en colaboración con todas las unidades del CMI, las iglesias miembros, los consejos cristianos y los centros de formación de laicos. Estas preocupaciones fueron tratadas en el número de octubre de 1993 de "The Ecumenical Review", que está dedicado al tema "Reanudar el debate ecuménico sobre los laicos". En la sesión plenaria sobre "El Laos todo el pueblo de Dios" del Comité Central del CMI que tuvo lugar en Johannesburgo, en 1994, se centró la atención en el examen del alcance eclesiológico de este concepto, en particular la cuestión general de los movimientos laicos y su relación con la iglesia. Debates similares tuvieron lugar en la reunión de la Conferencia de iglesias miembros del CMI de los Estados Unidos en mayo de 1995, y en consultas menores con iglesias miembros y consejos de iglesias en Cuba (La Habana, Matanzas, Cárdenas, Santiago de Cuba), en enero de 1996, y en Praga, República Checa, en septiembre de 1996.

    En una consulta sobre "Hacia un entendimiento común de los conceptos teológicos de laicos/Laos: el pueblo de Dios" (Ginebra, mayo de 1997), se reunieron 27 participantes hombres y mujeres de muy diversas tradiciones eclesiales para examinar la posibilidad de un enfoque común de los conceptos teológicos de laicos/laos y el pueblo de Dios. En el informe final se incluyen tres ponencias: "Ser cristianos en el mundo", "Bautismo, eclesiología y vocación" y "Formación y Laos".

    El aprendizaje ecuménico, la formación de los laicos y el liderazgo en la formación de los laicos
    En 1995 se celebró, en Brasil, un curso internacional para mujeres responsables de la formación de laicos sobre el tema "La afirmación de nuestra identidad: las mujeres luchan por una mayor participación". Otros cursos de formación de laicos tuvieron lugar en 1995 en la India sobre el tema: "Creating Communities of Hope: A Step Towards World Peace" (Crear comunidades de esperanza: un paso hacia un mundo de paz), en Canadá, en 1996, sobre el tema: "Outside the Lines" (Fuera del marco) y en Trinidad y Tabago, en 1997, sobre el tema: "Education for Empowerment Partnership for Transformation" (Formación para la participación Copartícipes en el cambio, 1997). Estos cursos dieron una importante oportunidad a las personas que trabajan en las iglesias y en los movimientos sociales de compartir experiencias y ahondar en la comprensión de su papel en favor de un cambio positivo en la iglesia y la sociedad. Los participantes recibieron nuevas percepciones de las experiencias de personas de diferentes denominaciones, religiones, culturas e ideologías; pudieron familiarizarse con diversos enfoques para el ministerio y la misión; y aprendieron a trabajar juntos en favor de una causa común, y a aunar sus esfuerzos en el testimonio profético y en la solidaridad con la lucha de los pobres y los oprimidos.

    El CMI prevé reuniones anuales del Comité Mundial de Colaboración y administra el Fondo de Coordinación de los Centros Cristianos de Encuentro y Formación de Laicos establecido en 1990 para ayudar a las secretarías de las asociaciones regionales, apoyar sus programas de base y los programas del Comité Mundial de Colaboración. En una reunión en Argentina, en octubre de 1997, el Comité Mundial de Colaboración pasó a llamarse OIKOSNET una red mundial de Centros Cristianos de Encuentro y Formación de Laicos que colaboran en pro de comunidades justas, participativas, sostenibles y sin exclusiones.

    Comunidad sin exclusiones
    Bajo la dirección del consultor para las personas con capacidades distintas se reanudaron contactos entre 1994 y 1996 con las iglesias miembros, los consejos de iglesias nacionales, las organizaciones ecuménicas regionales y las instituciones de cooperación de la iglesia y laicas que trabajan con personas con capacidades distintas. (En 1997, el término "personas con capacidades distintas" se reemplazó por el de "personas discapacitadas", de conformidad con el uso corriente.) Debido a que no se disponía de financiación para este cargo después de 1996, se dio prioridad a la constitución de una red encargada de sensibilizar a las iglesias miembros y a los grupos laicos por lo que respecta a estas preocupaciones .

    Las consultas celebradas durante el período entre 1994 y 1996 incluyeron 1) una consulta de organismos ecuménicos regionales (Cartigny, Ginebra, noviembre de 1994), con participantes procedentes de África, América del Norte, América Latina, Asia, el Caribe, Oriente Medio, y el Pacífico; 2) una consulta conjunta con el Consejo de Iglesias del Oriente Medio sobre "De la institucionalización a la vida independiente" (Beirut, 1995); 3) una consulta sobre "La iglesia como comunidad sin exclusiones: lugar y función de las personas con capacidades distintas en su vida, la educación y la misión" (Sibiu, Rumania, 1996); 4) una consulta sobre "Enfoque teológico y sociológico de las personas con capacidades diferentes", auspiciada conjuntamente por el Consejo Nacional de Iglesias de Corea y la Conferencia Cristiana de Asia (Seúl, 1996). Todas estas consultas ayudaron al CMI a establecer relaciones con grupos laicos y de iglesia en todo el mundo. Sin embargo, será necesario continuar la labor para poder consolidar los resultados de las consultas.

    En 1997, el Comité Central recibió una declaración provisional sobre la comprensión teológica y empírica de la cuestión de las discapacidades. Fue traducida al alemán, francés y español y enviado a las iglesias miembros del CMI, los consejos nacionales, y a las organizaciones ecuménicas regionales. Se espera que la labor comenzada en este importante ámbito pueda continuar después de la Asamblea.

    Formación Teológica Ecuménica

    En 1989, antes de la Asamblea de Canberra, el Programa del CMI de Formación Teológica (PFT) se unió al Instituto Ecuménico de Bossey. La nueva estructura, bajo el nombre de Formación Teológica Ecuménica (FTE), se encargaría de programas realizados en el propio instituto y en las regiones "para la formación teológica y ecuménica de todo el pueblo de Dios, con la ayuda de personal y de expertos encargados de constituir, en los próximos decenios, una red de dirigentes formados teológica y ecuménicamente para los ministerios de las iglesias miembros y del propio Movimiento Ecuménico". La visión y el mandato eran "responder a viejos y nuevos desafíos de manera constructiva, teniendo en cuenta la evolución de las mentalidades, las nuevas oportunidades y los recursos disponibles". En esa época, la FTE ponía a disposición de Bossey personal y becas sobre todo para los seminarios de verano y el Ciclo Académico de Estudios Superiores.

    La dimensión regional apuntaba al establecimiento de relaciones flexibles con las regiones y al intercambio entre las regiones de competencias y de personas para el compromiso y enriquecimiento mutuos. Los intercambios interregionales entre Asia y el Pacífico y entre China e Indonesia promovieron la colaboración entre seminarios y asociaciones teológicas intercambiando programas de estudio sobre la misión y estudios de postgrado. La FTE también ha sido un lugar de reunión entre organismos donantes y asociaciones regionales e instituciones teológicas. Por ejemplo, la FTE está organizando una reunión entre iglesias de Angola y organizaciones donantes con el objeto de reunir los fondos necesarios para establecer una facultad de teología.

    El personal ejecutivo de la FTE, estaba integrado hasta abril de 1997 por tres personas, que compartía la responsabilidad en las regiones: una persona para África, Europa y Oriente Medio; otra persona para Asia, Australia, Nueva Zelandia Aoteoroa y el Pacífico; y una tercera persona para América Latina, el Caribe y América del Norte.

    El "casamiento" con Bossey se deshizo en 1995 con un costo evidente en términos de motivación, recursos, visión y también en relación con el mandato. Sin embargo, el programa de la FTE siguió siendo el mismo: promover la formación ecuménica en las regiones, particularmente mediante la formación teológica y la formación para el ministerio.

    Enfoque de la FTE sobre su ministerio
    El compartir ecuménico de recursos apunta al intercambio de recursos tanto humanos como materiales en todas las regiones del mundo dándose preferencias a las regiones más pobres de la oikoumene. La FTE ha abordado ese compartir en la perspectiva de la financiación directa y de la sensibilización, particularmente en cinco categorías: a) proyectos innovadores y creativos; b) asociaciones de escuelas de teología; c) formación de profesores universitarios, especialmente en el Sur; d) intercambio de profesores entre las regiones del mundo especialmente entre las regiones del Sur, dejando de lado en parte la tendencia anterior que favorecía el intercambio Norte-Sur; e) producción de literatura y creación y desarrollo de bibliotecas.

    Durante los seis últimos años la FTE distribuyó directamente más de 3,6 millones de francos suizos en estas cinco categorías, promoviendo la financiación directa de instituciones del Sur y de los ex países socialistas de Europa central y oriental por parte de establecimientos del Norte. La disminución de los recursos del CMI hizo aún más necesaria esta tarea de sensibilización.

    Este empeño de la FTE (que difiere del trabajo de la Oficina de Becas del CMI) ha demostrado ser muy útil para la concreción de nuevas ideas, dado que la parte que le corresponde en la financiación da a la FTE los medios necesarios para promover e introducir cambios.

    Aprendizaje y formación ecuménicas. Bajo los auspicios del Grupo Mixto de Trabajo entre el CMI y la Iglesia Católica Romana, se publicó un documento sobre "Formación Ecuménica". La revista trimestral Ministerial Formation de la FTE ha sido un útil instrumento para el intercambio a nivel mundial.

    La formación teológica y los ministerios en las diferentes partes del mundo tienen un lugar decisivo en la formación de una conciencia ecuménica, dado que las iglesias que normalmente no se ocupan de esa formación han podido dialogar con otras iglesias y crear relaciones de confianza. Por ejemplo, instituciones pentecostales de América Latina, que suelen ser críticas del CMI, pudieron colaborar en un estudio de tres años sobre la viabilidad de la formación teológica y la formación para el ministerio.

    En este empeño la FTE se basa en tres criterios: la calidad rigor intelectual, madurez espiritual y compromiso con el servicio; la autenticidad la formación teológica, así como su contenido y su objetivo deben formularse a la luz de cada contexto sociocultural; y la creatividad apuntando a enfoques innovadores y una mejor comprensión por parte de las iglesias de su misión y de su obediencia en la misión. El repertorio internacional de las escuelas de teologías, publicado en 1997, ha sido un valioso instrumento para establecer esas conexiones.

    Algunos aspectos programáticos salientes
    1. La promoción de la mujer como una prioridad en la formación teológica. La preocupación de la FTE de promover de forma responsable la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos de la vida de la iglesia y de la vida pública tiene como base la declaración sobre la "Visión del Reino de Dios", presentada por un grupo de mujeres en la Conferencia Mundial de Melbourne sobre Misión y Evangelización, en la que se reivindica el derecho a la formación teológica de las mujeres como una prioridad; las percepciones de la Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo (EATWOT); y la evaluación del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer.

    La FTE ha creado formas de colaboración con asociaciones nacionales y regionales de mujeres en el marco del quehacer teológico, en particular el Circle of Concerned African Women Theologians, la Asociación de Teólogas y Pastoras de América Latina y el Caribe, la Association of Theologically Trained Women in India (ATTWI), la Association of Women in Theology (AWIT) de Filipinas, la Association of Theologically Educated Women in Indonesia (ATEWI), la Korean Association of Women in Theology (KAWT) y WEAVERS en el Pacífico.

    En colaboración con la Secretaría de las Mujeres del CMI, la FTE inició un programa destinado a mujeres jóvenes que hacen teología, con el objeto de promover el intercambio entre teólogas jóvenes y mujeres que trabajan en instituciones teológicas, estimulando su trabajo y dándolo a conocer en los ámbitos teológicos y eclesiales en todo el mundo.

    Por lo que respecta a la financiación de la formación teológica se dio la prioridad a las mujeres, particularmente en instituciones ecuménicas de África occidental, Camerún, República Democrática del Congo, Costa Rica, Malawi, Sudáfrica, Zimbabwe y Filipinas. Cabe señalar asimismo, que la FTE favoreció mejoras en la infraestructura de instituciones de enseñanza superior, mediante proyectos de construcción (por ejemplo la construcción de locales para mujeres en el Trinity College, en Legon, Ghana) y ayudó a las asociaciones a celebrar consultas y conferencias sobre las mujeres y la teología.

    2. Europa central y oriental. Aunque los predecesores de la FTE centraron su labor en el Tercer Mundo, en el último decenio, la FTE trató de que su acción estuviera en consonancia con su convicción de que no es posible lograr la plenitud de la visión y el compromiso ecuménicos mientras quede excluida alguna región o iglesia. La evolución política en Europa central y oriental facilitó la labor de la FTE en esas regiones mediante el compartir ecuménico de recursos, las consultas y los programas realizados en colaboración. En 1995, la FTE organizó una consulta ortodoxa europea en el Seminario de Agapia, en Rumania, sobre "La formación del pueblo de Dios para el ministerio y la misión hoy".

    3. Literatura. En los comienzos, la producción de literatura y la creación y desarrollo de bibliotecas era una tarea prioritaria para los predecesores de la FTE. Con el correr de los años esta prioridad perdió importancia. Sin embargo, desde Canberra, se ha vuelto a dar importancia a la necesidad de esos esfuerzos en el marco de una visión ecuménica más plena y de la promoción del diálogo entre las organizaciones regionales. Diversos son los factores que han permitido esta toma de conciencia. En su programa de formación de profesores, la FTE patrocinó estudios de doctorado para muchos estudiantes del Tercer Mundo, pero sus trabajos no se dieron a conocer en esas regiones y el precio de sus obras no es accesible. Así pues, las regiones de donde son originarios esos estudiantes se ven privadas de un material indispensable para el crecimiento de sus propias iglesias.

    En varias regiones, la FTE inició planes de publicación y series de publicaciones para editar obras a precios accesibles con amplia distribución, así como subvencionó la publicación de monografías de teólogos africanos.

    4. Viabilidad de la formación Teológica Ecuménica. La labor de la FTE durante el período de Canberra a Harare se ha llevado a cabo en el marco del estudio sobre viabilidad de la formación teológica ecuménica. Las iglesias se vieron confrontadas con dos cuestiones fundamentales: a) ¿De qué forma una comprensión renovada de la iglesia influye en la formación de dirigentes de iglesia y de todo el pueblo de Dios, para que puedan ser eficaces en el logro de sus objetivos? b) ¿De qué manera la formación teológica y la formación para el ministerio podrían contribuir a la renovación de las comunidades de fe y del mundo?

    El proceso comenzó con reuniones regionales para la preparación de una conferencia mundial en Oslo en agosto de 1996. Esta consulta mundial abarcaba seis amplios temas: 1) la espiritualidad, el culto y la viabilidad (es decir la adaptación a las exigencias del mundo); 2) la importancia de la visión ecuménica de la formación teológica y la formación para el ministerio hoy; 3) la fidelidad a la tradición, el imperativo ecuménico y los programas de formación; 4) la viabilidad financiera de la formación teológica ecuménica; 5) la formación del Laos; 6) la renovación de la formación teológica.

    Mediante el diálogo, profesores de teología, dirigentes de iglesia, asociaciones teológicas y algunas organizaciones de cooperación definieron un nuevo perfil para la FTE que las comunidades cristianas podrían hacer suyo.

    5. Celebración y arrepentimiento. Aunque siempre es fácil hacer una crítica negativa, no podemos sino alegrarnos de la labor de la FTE reseñada aquí. Mucho se ha logrado gracias al ministerio del CMI en la formación teológica ecuménica. Y con la consulta mundial de Oslo afirmamos con satisfacción que "sin los firmes esfuerzos del Fondo de Educación Teológica, el Programa de Formación Teológica y la Formación Teológica Ecuménica sucesivamente a lo largo de los años, las iglesias y el Movimiento Ecuménico no estarían donde hoy están; la renovación y la viabilidad de la formación teológica están en el centro mismo de la renovación general de las iglesias". Al mismo tiempo, los esfuerzos en relación con el quehacer teológico de las mujeres y su ministerio apuntan a la necesidad de arrepentimiento, porque las iglesias y los programas teológicos aún tienen mucho camino por andar antes de que pueda decirse que merecen la aprobación de las mujeres.

    Por lo que respecta al futuro, deben mencionarse dos ámbitos de preocupación: la formación ecuménica que asocia a los pentecostales y el movimiento carismático en la tarea de formación teológica; y la iniciación de un estudio sobre la formación teológica a distancia y su viabilidad similar al estudio de una FTE adaptada a las exigencias de nuestra época.

    A este respecto, la FTE ya ha tomado algunas iniciativas: una consulta en Malawi para la región africana produjo una publicación sobre la formación teológica a distancia en África y estableció un comité de seguimiento cuya tarea incluye la compilación de un repertorio de los programas de formación teológica a distancia en la región.

    Culto y Espiritualidad

    Talleres de culto
    Los talleres de culto continúan como parte de la investigación básica en la que se fundamenta la preparación del culto para las reuniones ecuménicas en particular esta Asamblea. Se están componiendo nuevos cánticos e intercambiando nuevas formas de orar. Muchas cuestiones centrales de la relación entre el Evangelio y las culturas emergen en esos talleres de culto. Cabe señalar las dificultades que crean los distintos estilos de celebración, permitiendo tener una idea más clara sobre lo que nos divide como cristianos, y valorar mejor los dones de los otros.

    La sección organizó una serie de talleres regionales de culto que reunieron a personas pertenecientes a diferentes iglesias para compartir experiencias y expresiones cultuales: Bossey, 1991; taller de Asia, Manila, 1992; taller de la Asociación de Centros de encuentro y Formación de Laicos en África, Blantyre, Malawi, 1992; taller latinoamericano, Río de Janeiro, 1992; taller caribeño, Río de Janeiro, 1993; taller en el Seminario Teológico Tainán, Taiwán, 1997.

    El Centro de Material de Culto del CMI reúne una colección única de materiales de culto, himnarios y libros de liturgia enviados por las iglesias de todas las regiones del mundo. De este material proceden muchos de los símbolos, gestos y canciones que se utilizan como parte de los servicios de culto no sólo en las reuniones del CMI sino en reuniones de otras organizaciones ecuménicas. Parte de este material figura en el libro Worshipping Ecumenically.

    Consultas
    En colaboración con otras organizaciones, la sección organizó o colaboró en la organización de una serie de consultas:
    Espiritualidad cristiana para nuestro tiempo (Iasi, Rumania, 1994). Organizada en colaboración con otras secciones y unidades, esta consulta tenía como objetivo definir las características esenciales de la formación espiritual desde una perspectiva ecuménica. Los participantes recomendaron:

    • renovados esfuerzos en favor de una eucaristía compartida para la Octava Asamblea del CMI y elaboración de nuevas directrices en ese sentido;
    • la continuación del estudio sobre carismas y movimientos de renovación espiritual en las iglesias;
    • una nueva iniciativa en favor de la celebración común de la Pascua; (véase a continuación);
    • el nombramiento de un miembro de personal del CMI para encargarse de la investigación teológica y vivencial de la espiritualidad de las iglesias;
    • colocar a la espiritualidad en el centro de la vida de la Octava Asamblea, y que los participantes trabajen en grupos sobre la espiritualidad y el estudio bíblico.

    El papel del culto en la búsqueda de la unidad cristiana (Ditchingham, Inglaterra, 1994). Organizada con la colaboración de Fe y Constitución esta consulta examinó tanto los problemas como las prácticas de la celebración actual del culto. La carta de los participantes sobre "koinonía en el culto" constituye una exhortación a las iglesias miembros a unirse a ellos.
    • para orar con fervor por la unidad de las iglesias, como Cristo quiere que sea y por los medios que Cristo quiere;
    • para emprender un nuevo estudio más profundo acerca de las fuentes y el significado del culto comunitario cristiano;
    • para comprometerse a aclarar y renovar el culto a nivel local a fin de que nuestro testimonio al mundo y los fundamentos de nuestra koinonía se manifiesten en esos dones comunes que son el centro de nuestra vida: la asamblea dominical, la lectura de las Escrituras, la predicación, las intercesiones, la acción de gracia en la mesa del Señor, comer y beber el don de Cristo), la edificación de nuevos cristianos en la fe, la oración por ellos, el bautismo y el envío en misión al mundo;
    • para tomar la decisión de orar en ese sentido y de emprender este estudio y esta renovación con otros cristianos, por encima de nuestras divisiones.

    Hacia una fecha común de la Pascua (Alepo, Siria, 1997). Organizada en colaboración con el Consejo de Iglesias del Oriente Medio, las Comuniones Cristianas Mundial y Fe y Constitución, esta consulta examinó la cuestión de la fecha de la Pascua e hizo propuestas a las iglesias para una celebración anual común. Los participantes hicieron dos recomendaciones:
    • la forma más apropiada de concertarnos en relación con una fecha común de la Pascua sería a) observar la regla nicena (o sea que la fecha de la Pascua caiga el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera), y b) calcular los datos astronómicos (el equinoxio vernal y la luna llena) con los medios científicos más precisos posibles.
    • que las iglesias emprendan un período de estudio y reflexión en relación con el objetivo de establecer lo antes posible una fecha común de la Pascua de conformidad con estos criterios. El año 2001 coincidirán los cálculos pascuales que utilizan actualmente nuestras iglesias. Juntos, los cristianos comenzarán un nuevo siglo y un nuevo milenio con nuevas oportunidades de dar testimonio de la resurrección de Cristo y de proclamar su alegría por la victoria de Cristo sobre el pecado, el sufrimiento y la muerte. El hecho de celebrar juntos la Pascua será para muchos cristianos un signo de esperanza y un testimonio al mundo. Por lo tanto, esta celebración de la Pascua en la misma fecha ya no debería ser una excepción sino la regla.

    El Comité Central recibió el informe de la consulta de Alepo y recomendó que se transmitiese a la Octava Asamblea y que se tuviese en cuenta en los debates ecuménicos sobre el milenio.

    Plenario sobre culto y espiritualidad
    En su reunión de 1997 el Comité Central dedicó una sesión plenaria al tema del culto y la espiritualidad. Jean Vanier hizo una conmovedora exposición en la que destacó la importancia del compromiso con Jesucristo, las disciplinas espirituales y el amor por los necesitados, dando especial importancia a los que tienen discapacidades. Tras la discusión con los miembros del Comité Central se celebró un servicio de lavatorio de pies.



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